Bancos ya ofrecen créditos hipotecarios verdes que fomentan la adquisición de proyectos con esta regulación que será obligatoria a partir de octubre próximo.
«Por Leonardo Núñez»
A partir de octubre de 2025, la Calificación Energética de Vivienda (CEV) será un requisito obligatorio para todos los proyectos inmobiliarios nuevos en Chile. Esta medida busca fomentar la eficiencia energética y reducir el consumo de energía en los hogares, generando importantes beneficios tanto para los compradores como para el sector inmobiliario.
La cuenta regresiva ya ha comenzado para que los desarrolladores se adapten a esta nueva regulación, que según el arquitecto Gonzalo Mut, gerente comercial de Pasiva, “promueve una mejora en la calidad constructiva y contribuye al cuidado de los recursos energéticos”.
¿En qué consiste la Calificación Energética de Vivienda?
La CEV es un sistema que evalúa el consumo energético de una vivienda y asigna una clasificación que va desde la letra A (más eficiente) hasta la letra G (menos eficiente). Según el reglamento publicado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), a partir del 5 de octubre de 2025, todas las viviendas nuevas cuya solicitud de permiso de edificación o anteproyecto se realice después de esa fecha deberán contar con esta calificación para obtener la recepción definitiva de obras.
Impacto positivo en el mercado inmobiliario
Felipe García, director de Tinsa Cono Sur, sostiene que esta nueva exigencia tendrá un efecto positivo en el sector a largo plazo: “Aunque inicialmente pueda generar ciertos ajustes, fortalecerá la posición de las viviendas nuevas como una alternativa más atractiva, sostenible y eficiente frente a las propiedades usadas”. Además, resalta que los compradores jóvenes, quienes valoran cada vez más el ahorro en costos energéticos y la reducción del impacto ambiental, serán clave para impulsar la demanda de estos proyectos.
Desde Inmobiliaria Altas Cumbres, una de las pioneras en obtener la CEV en sus desarrollos, destacan que esta normativa establecerá un estándar mínimo que elevará la calidad de las construcciones. Cristóbal Torretti, gerente de Desarrollo de la firma, explica que “esta medición objetiva permitirá a los compradores tomar decisiones informadas, optando por viviendas mejor acondicionadas que reduzcan el consumo energético y los gastos a lo largo de su vida útil, lo que será especialmente beneficioso para familias en zonas más frías del país”.
Créditos hipotecarios verdes: una oportunidad para compradores
El interés por proyectos eficientes no solo se limita a sus beneficios energéticos, sino que también se refleja en la oferta de productos financieros que los respaldan. Actualmente, varios bancos en Chile ofrecen créditos hipotecarios verdes, que incluyen tasas de interés preferenciales y descuentos en costos operativos para quienes adquieran viviendas con certificaciones de eficiencia energética.
La experiencia internacional refuerza esta tendencia. Felipe García destaca el caso de España, donde la implementación de certificados energéticos en 2013 generó mayor confianza entre los compradores de viviendas nuevas, posicionando las unidades con calificaciones altas (A o B) por sobre las propiedades más antiguas.
Desafíos para el sector
A pesar de los beneficios, el arquitecto García señala que uno de los principales retos será el incremento inicial de costos de construcción, especialmente en el segmento de viviendas económicas. Sin embargo, asegura que esta inversión se traducirá en un mercado más competitivo, sostenible y alineado con los objetivos globales de eficiencia energética, generando beneficios económicos a largo plazo para los compradores.
Con más de 170 mil viviendas ya calificadas en el país, según cifras del MINVU, el sector inmobiliario chileno se encuentra en una posición avanzada para asumir esta nueva normativa. Los próximos meses serán clave para que la industria siga adaptándose y promueva proyectos que respondan a las necesidades de un mercado que valora cada vez más la sostenibilidad y el ahorro energético.
“Esta regulación no solo representa un avance para el sector inmobiliario, sino también un compromiso con el futuro energético del país”, concluyen los expertos.
Fuente: El Diario Inmobiliario